Contempla todos los aspectos de la persona (humano, espiritual, intelectual y pastoral)
Llevar a cada joven a vivir la fe con una vida coherente, en su dimensión juvenil.
Útiles, sanas, con sentido, que sean lúdicas y formativas. Que colmen los aspectos esenciales de la persona que está en crecimiento.
Ofrecer un ambiente apto donde puedan descubrir su vocación (religiosa o laica), para servir a la Iglesia.